Me duermo con el silencio de la soledad, y despierto en un lugar blanco, donde todo parece un sueño, donde no conozco a nadie pero todos se conocen entre ellos, no me hace falta nada todo es tan cálido que no necesito de nadie.
Comienzo a ver las personas y veo que una persona se me hace familiar, alguien al que siempre hubiera dado lo que fuera por conocerlo y ahora lo tengo justo en frente de mi: mi abuelo, veo que está con una persona a la que quise demasiado y ahora ya no está con nosotros, la que me enseñó tantas cosas y no puedo olvidar con la que viví tanto y ahora son solo puros recuerdos.
No entiendo lo que pasa pero algo me dice que que todo va a estar bien, que ya no importa lo que pase que estoy donde debería de estar y que estoy ahí porque fui lo suficientemente feliz para dejar donde estaba y cambiar la vida a este lugar donde nada te falta, donde ya estas con quienes han sido tan felices que sus manos se han llenado completamente.
Los otros que siguen en la tierra siguen ahí porque no son lo suficientemente felices para poder estar con todas esas personas que hoy en día sus alas crecieron tanto que volaron y nos han ido dejando.
